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Vaca Muerta ya no es una apuesta, es una realidad

Victor Amigorena- Especial para Radio Del Mar

Estar en el lugar es poder ver la real dimensión de lo que significa Vaca Muerta para el país y entender asimismo el por qué de las inversiones en la cuenca neuquina por encima del resto. El futuro sin dudas está allí, al menos así se ha planteado dentro de la industria y a eso se apunta.

Los objetivos incluso son de corto plazo, porque así lo exige la actividad en ese contexto, un corto plazo de todas maneras que apunta a un objetivo mayor como lo es lograr la independencia energética del país. Y los números por el momento al menos, van acompañando esto.

La inversión de la que tanto se habla no solo está volcada en equipos de perforación, con todo lo que implica a su alrededor, sino que también está reflejado en el personal y en las instalaciones, que a poco de iniciarse la “aventura Vaca Muerta” ya está pidiendo a gritos ampliaciones. Y en ese trabajo están en ese momento: lograr mayor espacio de almacenaje, de procesos de separación, un nuevo oleoducto para poder sacar lo que se produce….todo resultado de cómo viene avanzando la producción.

Vaca Muerta no es solo el trabajo en la operación. Es también el entusiasmo que despierta en quienes prestan servicios. Más allá de la rutina diaria, lo que se puede observar es que todos sienten que están en un proyecto superior, que no solo redundará en los planes de las compañías, sino también en sus carreras personales.

“No tenemos nada que envidiar a lo que se hace en Estados Unidos”, dicen los profesionales cuando se les consulta por algo de la operación o de los equipos que poseen.

Para muchos, sin dudarlo, es ser pioneros en el mundo fuera de EEUU, con el agregado del desafío que presenta la formación, que está a 3000 metros de profundidad, que “no es subyacente como la de EEUU”. En ese tipo de operación, en este terreno, saben que son pioneros y que hacen escuela.

“Tenemos equipos con mucha tecnología, la misma que utiliza un satélite, pero en vez de estar en el espacio, lo utilizamos bajo tierra. Y seguimos incorporando”, explicó con orgullo Christian Schaj, el líder de YPF en Vaca Muerta en perforación.

Las mismas palabras se pueden escuchar en Marcelo Astie el gerente del yacimiento Loma Campana, donde se encuentra la formación, o en la joven ingeniera Paula Castro a cargo de los procesos de la Planta de Tratamiento de Crudo para que “salga por el tubo para la venta”.

Vaca Muerta hace historia en el país. En menos de un año convertirá a la cuenca neuquina en la de mayor producción del país, es solo cuestión de unos meses. Ya no no hay que hablar de potencial, sino de realidad.

Tal vez, también es hora de preguntarse que sucede por estos lares, por la cuenca del golfo San Jorge. No hay que bajar la tarea de reclamar, de pedir inversiones, pero hay que entender algo: es la cuenca de mayor producción en el momento, en pocos meses dejará de serlo. Pero esta cuenca es la que hoy colabora para mantener la casa y Vaca Muerta es la que permitirá construir un barrio nuevo. Con esa analogía se podría entender un poco la diferencia entre una y otra: una casa vs un barrio, ul lindo auto moderno al lado de una Ferrari personalizada.

Y con ese contexto es con el que hay que trabajar y seguir luchando para que se mantengan los niveles de actividad, para no perder lo que se tiene y sumar lo que se pueda. Pero hay que tener claro algo: no somos Vaca Muerta. Y no vale la pena mentirse en eso.