Los brazos de otros aficionados lograron amortiguar en parte el golpe y a pesar de pudo haber sufrido lesiones, el eufórico hincha se levantó a increpó a quienes lo ayudaban, negándose a esperar la llegada de una ambulancia.
Se trataría de un trabajador municipal de apellido Velázquez, quien ya había realizado esa riesgosa acción durante uno de los partidos del seleccionado argentino en el mundial de Qatar, un hecho que luego se reiteró y motivó que el municipio colocara alambre tejido y también de púas en el entorno del Gorosito.
Pero ahora ese perímetro ni siquiera tiene rejas porque se están realizando trabajos de remodelación, por lo que Velázquez volvió a mostrarse encima de los brazos y la válvula.
Gran parte de los aficionados le gritaban que se bajara porque sus movimientos eran erráticos y cuando decidió hacerlo no pudo hacer pie y cayó al vacío, lo cual generó un momento de extrema tensión, según publica El Patagónico.
Cuando pudo recuperarse, se negó terminantemente a recibir auxilio médico y cruzó a paso ligero la avenida San Martín.
Un equipo de emergencias médicas del Hospital Zonal y policías lo buscaron en las inmediaciones y no pudieron convencerlo de que accediera a ser trasladado a la guardia para someterse a un examen clínico.
