Cargando...
Marca

Macri le recortará $22.000 millones a la Patagonia: ajuste feroz, perversión y trampa para gobernadores

Por Marcelo García (Exclusivo/El Extremo Sur).

Enfocado totalmente en la política de ajuste que acordó con el FMI, el presidente Macri se propone recortar fondos en la Patagonia por 21.800 millones de pesos. A Chubut le toca un recorte de $5.400 millones. A las Universidades de la región la tijera les quitará 184 millones de pesos.

Mientras los gobiernos provinciales reciben más fondos de la Coparticipación, el grueso del ajuste lo tendrán que afrontar los beneficiarios de las asignaciones familiares, los que cobran el incentivo docente y los usuarios del transporte público. El impacto llegará como un azote hasta los obreros de la construcción.

En un pormenorizado análisis de las políticas de ajuste que se propusieron el presidente Mauricio Macri y el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne como parte del recorte del gasto público que acordaron con el Fondo Monetario Internacional, se puede concluir que el recorte en la Patagonia totalizará 21.887 millones de pesos.

Al sumarle los 184 millones de pesos que pretende ajustar en las Universidades de la Patagonia, el monto asciende a los 22.071 millones.

En un escenario aún más regresivo, esa abultada cantidad podría llegar a los 35.487 millones de pesos, si se confirman los rumores de traspaso definitivo de la obra pública a las provincias patagónicas.

Los ejes de la tijera

Por los recortes suspendidos por un mes en las reducciones de las zonas desfavorables para las asignaciones familiares de la Patagonia, los 283.803 beneficiarios de la región dejarán de percibir 10.602 millones de pesos.

La eliminación del Fondo Federal Solidario, vulgarmente conocido como el Fondo Sojero, a la Patagonia hará que dejen de llegar 3.430 millones de pesos que debían ser utilizados con exclusividad para la obra pública.

El traspaso a las cinco provincias del sur del Fondo Nacional de Incentivo Docente y Compensaciones Salariales a los trabajadores de la educación significaría que los Estados provinciales deberían hacerse cargo del pago de 2.715 millones de pesos. La otra opción sería que los maestros resignaran 1.210 pesos por cargo y los profesores con 15 horas cátedra un total de 907 pesos.

En el plano educativo, las Universidades públicas localizadas en la Patagonia perderían 184 millones de pesos de presupuesto por el ajuste de 3.000 millones que se viene concretando desde Nación en todas las casas de altos estudios.

La Universidad Nacional del Comahue perdería 66 millones de pesos; la de la Patagonia San Juan Bosco 52,8 millones; la de Patagonia Austral 29,5 millones; la de Río Negro 23,3 millones de pesos y la recientemente creada de Tierra del Fuego tendría que achicarse en 12,5 millones de pesos.

Por la eliminación o trasferencia del Fondo Nacional de la Vivienda (FoNaVi) las provincias patagónicas dejarán de recibir del Gobierno nacional un total de 3.031 millones de pesos. Ya en el primer semestre del año la Patagonia padeció la reducción de 1.442 millones de pesos en los fondos nacionales para la obra pública.

La gestión nacional de Cambiemos también se propone achicar a la mitad los subsidios al transporte público de pasajeros, tanto en las tarifas como en el gasoil, lo que se traduciría en un ajuste patagónico que llegaría a los 667 millones de pesos. Si dicho soporte estatal no es cubierto por los gobiernos provinciales indefectiblemente se traducirá en aumentos directos de las tarifas de colectivos.

Finalmente, la reducción en un 66% de los reintegros a las exportaciones no impactará de manera directa entre los Estados provinciales pero sí lo hará sobre algunos sectores industriales patagónicos exportadores (como las exportaciones de lanas, pesca, frutas, etc.) generando efectos recesivos adicionales en la región.

La perversa mecánica del ajuste macrista

Mientras por un lado el Gobierno de Cambiemos se propone recortar 22.071 millones de pesos en las provincias patagónicas, la gestión nacional aumentó 43% los fondos coparticipados a los gobiernos provinciales durante los primeros siete meses del año.

Entre enero y julio Nación envió a las provincias patagónicas 17.997 millones de pesos más que en igual período del año anterior.

De los 41.455 millones de pesos transferidos en 2017 por fondos coparticipables, este año los envíos ascendieron a 59.452 millones de pesos; lo que se tradujo en un incremento interanual del 43%. Fue superior a la inflación, que en dicho período llegó al 31% en la región.

Más allá de los ingresos y los recortes, lo cierto es que de todos modos el ajuste impactará en la Patagonia restándole como mínimo cerca de 3.935 millones de pesos como diferencia entre la proyección de la reducción de fondos regionales y los aumentos de los coparticipables, pero el dato a tener en cuenta es que se producirá una incidencia algo menor en los Estados provinciales, pero que indudablemente afectará las arcas públicas patagónicas y generará impactos en los déficits presupuestarios.

Aunque si se ponen en juego las transferencias de la obra pública nacional, esa incidencia ascendería a los 19.100 millones de pesos y el beneficio para los gobernadores será completamente inexistente.

Según el analista Claudio Lozano, con el recorte “Nación resuelve el 18% del ajuste de 2018 y el 24% del ajuste comprometido en 2019, los Estados provinciales de todo el país incrementan su ajuste que estimábamos –en valores de 2018- para todo el periodo en $172.000 millones a $192.120 millones (un 11,7% adicional al pactado en el momento de la carta de intención)”.

De no concretarse el traspaso total de la obra pública, los gobernadores de la Patagonia contarían con cierto colchón de recursos –que por ejemplo podrían salir de la utilización del Fondo de Garantía de Sustentabilidad del ANSeS- para hacer frente a una parte del ajuste y contarían con dinero fresco para hacer flotar sus gestiones y al mismo tiempos afrontar el alto grado de conflictividad social que podría dispararse en la región, que ha sido una de las más refractarias frente a las políticas de Cambiemos.

Pero a la vez la jugada del macrismo generaría en los mandatarios provinciales patagónicos una dependencia política de los envíos de Nación y por ende habría que esperar un acercamiento -tipo “matrimonio por conveniencia”- de los gobernadores a la gestión de Macri con la mirada puesta en las elecciones del año que viene.

Por ahora han sido pocos los gobernadores patagónicos que se enfrentaron al ajuste macrista, particularmente encabezados por el chubutense Mariano Arcioni y en menor medida por la santacruceña Alicia Kirchner y el pampeano Carlos Verna.

Las principales voces de rechazo salieron de los intendentes –especialmente el comodorense Carlos Linares y el roquense Martín Soria–, legisladores y sindicatos.

Oscilante fue el posicionamiento del rionegrino Alberto Weretilneck, quien arrancó negándose a un Bloque Patagónico y luego se expresó más cuestionador del ajuste, desatando las diferencias con su vice Pedro Pesatti.

Quien para nada se enfrentó los recortes fue el mandatario neuquino Omar Gutiérrez, al que se lo ve cada vez con más puntos de contacto -desde el Movimiento Popular Neuquino- hacia el macrismo y con Vaca Muerta como el principal lazo de unión y proyección a futuro. Su vice Rolando Figueroa, sin embargo, marca diferencias con el macrismo.

El pueblo paga los costos

Los que no correrán la misma suerte serán los habitantes patagónicos, los sectores de menores recursos y los trabajadores de los rubros involucrados, ya que ellos deberán cargar directamente sobre sus espaldas y bolsillos el ajuste de Macri y el FMI.

El conjunto de los trabajadores tendrá que ingeniárselas para llegar a fin de mes con la mitad de las asignaciones familiares, los docentes tendrán que arreglárselas sin el incentivo mensual, los usuarios del transporte público de pasajeros tendrán que pagar mucho más caros los boletos de colectivos, los inquilinos casi no tendrán chance de acceder a viviendas realizadas por el FoNaVi, y tampoco tendrán forma de escaparle al ajuste los obreros de la construcción que verán derrumbarse la obra pública.

En una segunda entrega de este informe especial, El Extremo Sur desarrollará pormenorizadamente los alcances del ajuste en cada una de las provincias de la Patagonia.

Nota: Fuentes consultadas para la elaboración de los montos en cada rubro junto a la colaboración del contador César Herrera, profesor asociado de Política Macroeconómica y director del Observatorio de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco.

Asignaciones Familiares: Informe “Apuntes sobre las recientes modificaciones en el Sistema de Asignaciones Familiares” realizado por Claudio Lozano y Ana Rameri del Instituto Pensamiento y Políticas Públicas.

Subsidio al Transporte: Datos disponibles en el SISTAU del Ministerio de Transporte de la Nación, acumulado a junio de 2018.

Incentivo Docente: Transferencias nacionales devengadas en el Presupuesto Abierto del Ministerio de Hacienda de la Nación.

Fondo Sojero y FoNaVi: Transferencias consolidadas hasta julio y proyecciones anuales presupuestadas a partir de la Información Fiscal Provincial y Municipal disponible en el Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas.

Obra Pública: Transferencias efectuadas y proyecciones en base a datos de la ASAP (Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública).

Universidades: Cálculo propio sobre la Distribución de Créditos del Presupuesto 2018 (Planilla Anexa Artículo 12) del Ministerio de Educación de Nación.