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Macri, empecinado con el uranio de Chubut, “vende” centrales nucleares a China y yacimientos a Rusia

Por Marcelo García (Exclusivo/EES).

En la reunión de los BRICS realizada en Sudáfrica, Mauricio Macri avanzó con su plan uranífero en Chubut. A pesar de que la minería se encuentra prohibida por una ley provincial, el primer mandatario le ofreció nuevamente a su par ruso Vladimir Putin explotar yacimientos ubicados en territorio chubutense. Además, confirmó que el plan de construcción de las nuevas centrales nucleares con capitales chinos siguen en pie.

Los anticipos que publicara El Extremo Sur sobre la explotación del uranio con Rusia y la construcción de nuevas centrales nucleares con China formarán parte de los principales anuncios que hará el presidente argentino en la Cumbre del G20 que se realizará este año en Buenos Aires.

El avance en el desarrollo de Vaca Muerta a través de inversiones extranjeras es una de las prioridades productivas de la gestión nacional del macrismo, pero otra de las aristas fundamentales –tal como lo describió El Extremo Sur hace dos años atrás- es el de la minería; que se conjuga con la intensificación de la producción agraria basada en la soja y el maíz.

Macri viene apostando al agro como uno de los pilares de su matriz productiva primarizada, exportable y sin valor agregado. Dado que los vaivenes del clima interfieren en las diferentes cosechas, seguirá sosteniendo una constante baja de las retenciones al sector.

Al mismo tiempo, avanza con el desarrollo de la extracción de los recursos naturales no convencionales en Vaca Muerta –apuntándose un significativo aumento en la producción de gas– y se propone arrancar con el proceso exportador que en una primera instancia se direcciona a Chile pero que tiene como prioridad apuntarle al mercado brasileño y en un futuro al resto del mundo.

Freno social a la minería

El único de los tres pilares productivos primarios en los que se sustenta el plan macrista que aún no ha podido ser desarrollado en su plenitud está vinculado al sector minero, ya que aún persiste el rechazo a la explotación en regiones como la Patagonia, donde Chubut sigue siendo hasta ahora la principal piedra en el zapato de Cambiemos.

Aprovechando la reunión de los poderosos países que integran el grupo de los BRICS –Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica– Macri consolidó sus ofrecimientos de inversión a cada uno de ellos.

A Rusia le insistió con la posibilidad de explotar el uranio de Chubut y la construcción de la línea férrea que unirá Vaca Muerta con Bahía Blanca. A China le propuso que se sume a las obras de infraestructura a través de la Participación Pública Privada (PPP) y mantuvo en pie las centrales nucleares.

Además, a esos dos gigantes e India les abrió las puertas para que desembarquen capitales en el mega yacimiento neuquino de hidrocarburos no convencionales.

El uranio con los rusos

Macri volvió a insistir con el tema del uranio en Chubut al reunirse con Putin en el encuentro de los BRICS en Sudáfrica, luego de casi una hora de espera para el cónclave. Según el diario El Cronista y agencias internacionales como EFE, “La energía fue el eje de la bilateral con el líder ruso Vladimir Putin. Macri propuso a Moscú que explore y explote uranio en Chubut”.

La extracción del uranio chubutense es una de las prioridades del macrismo, más allá de la ley provincial que lo prohíbe pero que ahora quiere destrabarse a partir del proyecto de zonificación que merodea la Legislatura. Los rusos son los elegidos para explotarlo.

Para Vasily Konstantinov, titular de la empresa rusa Uranium One Group, Argentina “puede tener una Vaca Muerta en uranio”.

Uranium One Group, división internacional minera de la Corporación Estatal de Energía Nuclear Rosatom, opera en varios yacimientos de Kazajstán (principal productor mundial de uranio), Estados Unidos y Tanzania en Africa; pero se destaca por haber desarrollado la tecnología más eficiente para la producción de uranio in situ (ISR).

El pasado 18 de mayo El Extremo Sur publicó los alcances y particularidades de lo que sería plan uranífero de Macri y el ex ministro Juan José Aranguren. Una de las prioridades mineras para el macrismo es poner en marcha la explotación de los yacimientos de uranio existentes en la Meseta chubutense, especulando inclusive con su posible exportación, y por eso firmó a fines de enero pasado el “Memorándum de entendimiento para la exploración y explotación de uranio” con Rusia.

El mismo fue firmado por los presidentes de Argentina y Rusia -junto al Canciller argentino Jorge Faurie- y por el sector empresarial participaron los representantes de las compañías UrAmerica, Omar Adra, y el presidente de la empresa rusa Uranium One Group, Vasily Konstantinov.

País y una denuncia penal

Dicho acuerdo poco difundido generó el pedido de informes del senador nacional  chubutense Mario Pais, quien frente a la inconsistente respuesta de la Cancillería realizó hace pocos días atrás una denuncia penal por los alcances del mismo.

“Dada la amplia difusión que se dio a la firma del mencionado acuerdo con dos empresas privadas respecto de acciones a llevarse a cabo en posibles yacimientos de uranio ubicados en la provincia del Chubut, resulta imperante y necesario conocer los términos de dicho acuerdo, así como garantizar el pleno cumplimiento de la legislación vigente en la materia”, insistió el legislador chubutense al recordar que la explotación minera está prohibida en todo Chubut por la ex Ley 5.001.

El potencial uranífero chubutense

Según el informe especial publicado en diciembre de 2016 por el Ministerio de Energía y Minería de la Nación que conduce Aranguren, se detallan las posibilidades de explotación en seis yacimientos nacionales, cuatro de los cuales están localizados en Chubut, uno en Mendoza y otro en Salta.

Todos esos yacimientos uraníferos concentran 31.675 toneladas de mineral, de los cuales 10.980 toneladas son recursos razonablemente asegurados y 20.705 toneladas de recursos inferidos; todo calculado a un precio menor o igual a los 130 dólares por kilo.

Los cuatro yacimientos chubutenses en cuestión son el de Cerro Solo bajo control de la CNEA, alojados en areniscas y con 4.420 toneladas de recursos asegurados y 4.810 inferidos; el de Laguna Salada en dominio de la minera canadiense U308 Corporation, distribuido en superficie y con 2.430 toneladas aseguradas y 1.640 inferidas; el de Laguna Colorada administrado por la CNEA, relacionado a ambientes volcánicos y con 100 toneladas aseguradas y otras 60 inferidas; y el de la Meseta Central que se encuentra bajo dominio de la compañía UrAmerica SA., alojado en areniscas y del que no se tienen recursos asegurados pero que informó que los inferidos llegarían a los 7.965 toneladas.

Energía nuclear con China

La otra arista del plan macrista vinculado al uranio chubutense que abastecería a la tres centrales nucleares existentes y que hasta podría ser exportable es la construcción de otras tres plantas nucleoeléctricas en el país; una de las cuales se localizaría conflictivamente en la rionegrina localidad de Sierra Grande pese al rechazo social y político.

Esa temática fue vuelta a tratar por el presidente Macri con su par chino Xi Jinping en la cumbre de los BRICS en Sudáfrica. Las informaciones llegadas de las reuniones bilaterales dan cuenta de que el primer mandatario nacional le confirmó al presidente chino que las centrales nucleares se construirán en la Argentina, aunque la única diferencia sería el retraso en los plazos.

Tras el acuerdo entre el Gobierno de Macri y el Fondo Monetario Internacional se especuló con que la construcción de las centrales habría sido cancelada como parte del proceso de ajuste del Estado, pero el líder de Cambiemos le garantizó a su par de Beijing que la próximo central será anunciada en la Cumbre del G20 y su inicio se produciría en 2022 a pesar de las recomendaciones de recortes efectuadas por el FMI.

De esta manera China conseguiría desembarcar en este tipo de energía en Occidente ya que hasta el momento no ha conseguido colocar tecnología nuclear por fuera de Oriente, y una de esas centrales es la que se localizaría a pesar de los rechazos en la rionegrina localidad de Sierra Grande.

Las confirmaciones llegadas desde Sudáfrica en la cumbre de los BRICS es coincidente con las afirmaciones del Jefe de Gabinete Marcos Peña, quien en su último paso por el Senado a fines de junio negó que se hayan cancelado los proyectos IV y V, asegurando que “resulta cuanto menos inexacto hablar de ‘desinversión’ o ‘paralización’”.

Peña enfatizó que “en un marco de excelente relación y entendimiento con la contraparte china, la reprogramación está siendo negociada, mientras Nucleoeléctrica y CNNC continúan avanzando con los contratos comerciales”.