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Historia viral: Conoció a un chico en Tinder, fue a su casa a cenar y la esperó disfrazado de Batman

Una joven “matcheó” con un hombre en la popular aplicación de citas y cuando acordaron para verse él la sorprendió, pero no de la mejor manera; el anfitrión nunca se sacó la máscara

Son muchas las historias de amor que nacieron gracias a la magia de Tinder y sus variantes. Pero este no es el caso para todos los usuarios ya que, entre un par que encuentran un romance, a otros les queda solamente alguna anécdota extraña para compartir en noches con amigos. Así le sucedió a una joven que tuvo una cita con Batman.

La chica se descargó la app como cualquier otra persona. Quizás con el fin de curiosear un poco o, tal vez, con la esperanza de generar algún vínculo significativo. La realidad es que, entre match y match, encontró a un hombre que le llamó la atención. Charlaron durante un par de días y, como la química no hacía más que crecer, decidieron que era hora de trasladar las largas conversaciones al plano físico. Así, acordaron verse en persona y él la invitó a cenar a su casa.

Así lo contó la joven de 29 a TN, medio al que le detalló su historia sin revelar su identidad, por miedo a que el protagonista de la bizarra secuencia pudiese reconocerse en el portal de noticias. “Hablamos como una semana y me invitó a la casa. La verdad es que me encantó su perfil. Me contó dónde trabajaba, lo que hacía. Supuse que todo iba a estar bien, pero no fue así”, explicó.

El día llegó y ella se acercó al lugar indicado con el nudo en el estómago característico de las primeras citas. Tocó el timbre y esperó con ansias que le abrieran, pero desde el portero, una voz le indicó que subiera sola. “¿Sabés qué? Va a ser más fácil si subís directo porque tengo la comida en el horno. Y mi miedo es que se me queme la carne”, dijo el dedicado anfitrión.

Tras ingresar al edificio, se dirigió muy contenta hacia el ascensor que la llevaría al octavo piso. “Empiezo a recordar detalles ahora. Cuando bajé sentí el olor a comida y tuve esa sensación de que la iba a pasar bien. Pero esa idea se me derrumbó cuando abrí la puerta”, agregó.

¿Qué pudo haber arruinado el gran plan que implica una buena cena con nueva compañía? Al ingresar en la residencia, la joven vio al hombre desconocido vestido de pies a cabeza con un disfraz de Batman, el famoso defensor de Ciudad Gótica. “Es que toqué el timbre, esperé otros pocos segundos y apareció. Estaba disfrazado de Batman, con la máscara incluida. Se la sacó solo para saludarme y volvió a ponérsela”, detalló la narradora.

Ese primer encuentro se sintió como una eternidad y, en un intento de romper el incómodo momento, la mujer solo atinó a hacer un chiste: “¿Querés que sea tu batichica?’, le respondió en broma apenas lo vio. Y continuó: “Quedé con la boca abierta, con ganas de reírme pero sorprendida”. Él le sonrió “sin mostrar los dientes” y, sin inmutarse, siguió con los preparativos de la cena. Sirvió el vacío con papas que había cocinado con tanto esmero y acompañaron la comida con una botella de vino. En ningún momento se sacó la máscara.

“Me senté en la mesa y seguía así. No me daba para sacarle una foto porque lo iba a notar. Luego cenamos, él continuaba en su juego. Me dijo si me quería quedar, pero le respondí que era tardísimo y me tenía que ir. Ahí se sacó la máscara y nos reímos los dos. Sinceramente nunca supe cuál era su morbo”, reveló ella, que abandonó el departamento con muchas preguntas y pocas respuestas.

Finalmente, manifestó: “Me quedé porque soy de conocer a las personas. Claramente no tuvimos intimidad. Cuando me abrió la puerta y abrí la boca, esa fue mi expresión. Él me devolvió una sonrisa sin mostrar los dientes. Charlamos, hablamos, pero sabía que no iba a tener sexo con una persona que estaba disfrazada de Batman en la primera cita”.