Entre los considerandos de la medida, la Anmat señala que “se desconocen las condiciones de manufactura” del producto prohibido y por lo tanto es imposible garantizar que el producto tenga la “calidad, seguridad y eficacia” necesarios para su uso.
Al desconocer su condiciones de producción, advierte la Anmat, es imposible garantizar su inocuidad y por lo tanto se trata de un producto potencialmente peligroso para la salud de quienes lo adquieran.