Por octavo año se conmemora a nivel global el Día Mundial Contra la Trata de Personas. Establecido en 2013 por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), cada 30 de julio es visto como una oportunidad para alertar sobre esta situación que, sin dudas, está presente en todo el mundo. Escuchar y aprender de las sobrevivientes de la trata de personas es el lema que Naciones Unidas impulsa este año.
La campaña presenta a los supervivientes como actores clave en la lucha contra la trata de seres humanos. Se centra en el papel crucial que desempeñan en el establecimiento de medidas eficaces para prevenir este delito, identificar y rescatar a las víctimas y apoyarlas en su camino hacia la rehabilitación.
Al pedir ayuda, muchas víctimas de la trata de personas se han encontrado envueltas en malentendido o incomprendidas por la falta de conocimiento del tema. Han sufrido experiencias traumáticas tras los rescates durante las entrevistas de identificación y los procedimientos legales. Otras víctimas se han visto revictimizadas y han sido castigadas por los delitos que fueron obligadas a cometer por sus traficantes. Otras han sido víctimas de la estigmatización o no han recibido el apoyo suficiente.
Explotación sexual, trabajo forzado, esclavitud
El tráfico de personas es un grave delito y una grave violación de los derechos humanos. Cada año, miles de hombres, mujeres y niños caen en las manos de traficantes, en sus propios países y en el extranjero. Prácticamente todos los países del mundo están afectados por el tráfico, ya sea como país de origen, tránsito o destino de las víctimas. La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), como garante de la Convención contra el Crimen Organizado Transnacional y los Protocolos al respecto, asiste a los Estados en la aplicación del Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata .
En su artículo 3, este Protocolo Disponible en inglés define la trata como la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos.
El Día Mundial contra la Trata fue proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en la resolución A/RES/68/192.
Argentina
Antes de que la ONU implementara su Plan de Acción Mundial, Argentina ya tenía su propia ley para combatir la trata: en 2008 sancionó la Ley de Prevención y Sanción de la Trata de Personas y Asistencia a sus Víctimas. Sin embargo, en diciembre de 2012 esa norma fue derogada y ampliada a la Ley Nacional 26.842, tras conocerse el fallo que dejó en libertad a los 13 imputados por la desaparición de Marita Verón.
Según datos oficiales, desde que se promulgó la primera ley en 2008 hasta el 25 de julio de 2019, se rescataron 14.393 personas de la explotación sexual y laboral en el país.
Si hablamos de trata en Argentina, el caso de Marita Verón es el que mejor representa esta lucha frente a la inacción de la Justicia.
María de los Ángeles Verón, o Marita, vivía en Tucumán junto a su familia. Tenía 23 años cuando el 3 de abril de 2002 salió de su casa para ir a una consulta médica, pero nunca regresó.
Un testigo declaró haber visto cómo fue secuestrada por delincuentes a bordo de un vehículo rojo. Tres días después la Policía la encontró en la localidad de La Ramada, a 30 kilómetros, vestida con tacos y no las zapatillas que tenía al momento de desaparecer. La llevaron a la comisaría y luego a la terminal de colectivos para que regrese a Tucumán, pero nunca volvió.
El juicio inició el 8 de febrero de 2012 y tuvo como imputados a 7 hombres y 6 mujeres vinculados al secuestro y la promoción de la prostitución.
Ya en 2007, Susana Trimarco, madre de Marita, impulsó la Fundación María de los Ángeles que brinda asistencia integral y gratuita a familiares y víctimas de la trata de personas y que ha logrado liberar a varios miles de mujeres, e inició su propia búsqueda, rescatando numerosas víctimas.
Actualmente, la línea 145 recibe denuncias anónimas y gratuitas, además de brindar asesoramiento y contención a quienes se comunican. Pertenece al Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata y es atendida por psicólogas y trabajadoras sociales con especial formación en la temática.
