Leandro Robledo, secretario de la oficina judicial de Comodoro Rivadavia confirmó que no hay disponibilidad de tobilleras, aunque si mucha demanda. “La verdad es que la disponibilidad está muy restringida, no hay cantidad suficiente como disponen los jueces penales y de familia” confirmó el funcionario en contacto con Adrián Flores, para La Tribuna, en Radio del Mar.
Las tobilleras se utilizan para controlar el arresto domiciliario de imputados o condenados por un delito, pero también para controlar las prohibiciones de acercamiento que dispone el fuero de familia y penal, para garantizar el no acercamiento de los imputados a las víctimas.
Las tobilleras electrónicas que llegaron de Nación se incorporaron al circuito, pero no se encuentran en total disponibilidad por cuestiones técnicas, al no estar configuradas tal como el dispositivo necesita.
La administración de dichas unidades –según señala Robledo- “es a demanda, cuando hay una disponibilidad, cuando se le saca la tobillera a uno de los imputados y se le coloca a otro, para tratar de resguarda la integridad física de una persona o controlar el arresto domiciliario. Cuando un juez dispone la colocación de una tobillera electrónica se hace el procedimiento administrativo correspondiente y se espera que alguna se libere para colocarla”.
La función de control con ese dispositivo se aplica al individuo que viola la salida. Cuando ello ocurre, se activa y el dispositivo, llama a un banco de datos y se comunica a la dependencia judicial o a la comisaria para su control.