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Recuerdos de la dictadura en Comodoro: “Estábamos presionados de todos lados”

Carmen relató a Radio Del Mar como vivió su juventud asustada, por la última dictadura militar.
Imagen ilustrativa

El Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia es el día en el que se conmemora en Argentina a las víctimas de la última dictadura militar, autodenominada “Proceso de Reorganización Nacional”, que usurpó el gobierno del Estado Nacional Argentino entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1983. Los testimonios de esa época oscura en la historia argentina abundan. Este es solo un ejemplo de lo vivido en Comodoro Rivadavia: la historia de Carmen, como su juventud la vivió oprimida y como los militares tiraban la puerta de su casa, en algo que era una costumbre.

Carmen relató a Radio Del Mar como vivió su juventud durante la dictadura. “Un día estábamos acompañando a mi papá que estaba cuidando el terreno donde construían en Stella Maris, fuimos sus hijas mayores para que no esté solo en la noche, en ese momento no habían servicios, era un terreno en el que estábamos por construir frente al mar”.

Así explicó que “a la una de la mañana ya nos habíamos acostado, cuando ellos vinieron y patearon la puerta al grito de ´¡Policía Militar, abran la puerta!´. Aparecieron ellos, con sus ropa de soldados, con cascos, patearon la puerta, mi papá estaba acostado, entonces demoró en levantarse y antes que salga de la cama ya habían tirado la puerta. Menos mal que con mi hermana estábamos acostadas pero vestidas”.

La mujer recuerda que les preguntaron a ella -de 18 años- y a su hermana -de 19 años-, quienes eran y al decirle que eran las hijas del hombre, no les creían y les gritaban. Así, en medio de los gritos y los nervios, pudieron encontrar sus documentos “menos mal que los teníamos porque no le creían a mi papá que eramos las hijas. Papá tenía 46 años, esto fue en el 76″.

Carmen señaló que cuando su papá y ellas presentaron sus documentos y comprobaron que eran padre e hijas “ellos nos pedían disculpas por la interrupción, pero ya estábamos asustadas, no creían que eramos las hijas, a todos les hacían lo mismo, pedían documentos en todos lados. Era una casa precaria, de chapa, con una patada abrían la puerta, papá era una persona muy amable y les ofreció si querían tomar algo caliente porque estaba frío y ellos dijeron que no porque cumplían con su trabajo”.

Fue una época donde estábamos presionados todos, de todos lados

Por otra parte, recordó como también los militares perseguían a su mamá cada noche. “Ella trabajaba en un hotel, salía a las 1- 2 de la mañana, la paraban los militares por averiguación de antecedentes y ella decía ´trabajo en un hotel y salimos tarde´. Como no tenía el documento argentino en un momento se la querían llevar en un camión, ella como trabajaba en el hotel hicieron averiguación y verificaron que trabajaba ahí, era chilena, no tenía documento argentino, la dejaron, pero se llevaban gente”.

Con nostalgia, Carmen expresó como en su juventud vivió asustada, con el documento en la mano para mostrar a cada momento, porque no sabía cuando la podían parar. “En aquel tiempo como jóvenes no podíamos salir porque existían las razias, entraban a los boliches, encendían las luces, pedían documentación y el que era menor de edad se lo llevaban preso. Anulaban los bailes, no teníamos libertad para salir, por eso estaban los ´asaltos familiares´, porque eramos jóvenes, pero también en las casas si llegaban ellos lo anulaban, se llevaban gente detenida”.