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Osvaldo Bazán contó como su gran amigo Gerardo Rozín le contó que tenía cáncer

Con un gran sentido del humor el conductor le hizo un reclamo a su amigo contándole la enfermedad que padecía

La muerte de Gerardo Rozín causó un enorme impacto en el ámbito de la televisión. Decenas de colegas salieron a expresar su asombro y pena por la triste noticia. En su círculo íntimo sabían que el final cercano era una posibilidad cierta. Cuentan que Gerardo fue completamente consciente de su situación y que la atravesó con gran entereza. Así lo dejó plasmado el periodista Osvaldo Bazán, quien lo pintó en una anécdota de sus meses finales.

“Quienes estábamos más cerca sabíamos hace más tiempo y la entereza con la que enfrentó este asunto. Él siempre fue muy consciente de lo que iba a pasar, era muy terrible y muy querible”, contó Bazán en una entrevista con TN.

“Tenía proyectos las últimas veces que nos vimos, proyectos acá y en la TV chilena. Y tenía en claro que no iba a ver concretadas esas ideas”, contó sobre el productor y creador del hit televisivo “Morfi, todos a la mesa”.

Oriundos de Rosario, ambos periodistas se conocían de años. En 1996, mientras Bazán pasaba por un mal momento laboral, fue Rozín quien lo llamó para que venga con él a Buenos Aires. Le consiguió un buen trabajo que le permitió instalarse en la Capital y comenzar su propia carrera.

“Desde adolescente era un tipo muy ejecutivo, de llevar adelante las cosas. Él me trajo de productor y yo ya tenía carrera en Rosario, pero en Buenos Aires no me conocía nadie. Él estaba pendiente todo el tiempo de todo el mundo. Y otra cosa es que nunca perdió el humor”, narró.

Anuncio con humor

La manera en que le contó sobre su enfermedad a Bazán estuvo marcada por el humor, la chispa y las ganas de vivir hasta el final.

“Hoy estaba recordando que hace poco menos de un año me llamó y me dejó un mensaje: ‘Llamame con urgencia’. Y pasa lo que pasa con los mensajes, los dejás”, narró Bazán. “Lo llamé a los dos días y me dice: ‘Tu amigo se puede estar muriendo de cáncer y vos no lo llamás'”, siguió la historia Bazán.

“Gerardo, no exageres, no te estás muriendo de cáncer”, fue la réplica de Bazán.

“Sí”, respondió Rozín.  “Y por un rato no entendí si era una broma o no. Era muy dificil hablar con él, porque sabía todo lo que le iba a pasar”, contó Bazán, visiblemente sensibilizado.

“Tenía tanta fuerza de voluntad que se olvidaba de eso. Hace dos meses estuvimos dos horas hablando de proyectos. y revivía en esos momentos, aunque siempre siendo consciente de lo que pasaba”, cerró.

Un profesional generoso

Bazán además elogió la sensibilidad profesional de su amigo y la forma en que trabajaba,

“Hay una cosa, a él le interesaba lo que ponía en el medio, qué difundía, qué no. Lo que se decía o mostraba. Y eso le daba un nivel de responsabilidad y, a veces, era insoportable en ese punto. Era muy cabrón, pero porque tenía en claro que quería y cómo hacerlo”, recordó.

“Le interesaba la gente. Hacía un esfuerzo muy grande por llevar a un canal líder músicos desconocidos, porque estaba convencido y orgulloso de lo que estaba haciendo”, dijo sobre su trabajo con “Morfi, todos a la mesa”.

Además Bazán recordó cuando le contó el proyecto de lo que fue ese éxito. “Estamos en una TV abierta que son fórmulas de afuera, intentó hacer algo nuevo. Cuando me contaba la idea, que era mezclar folclore con comida, estaba convencido”, recordó.

‘Sé que va a funcionar, pero me importa que esté en el aire. Creía en eso. Cada vez hay menos gente así”, cerró Bazán.