El origen del conflicto es una cuestión de encuadre ya que el personal está dentro del convenio colectivo de trabajo de la Unión de Personal de Aeronaveganes (UPA) y piden estar en otro gremio.
Como resultado hasta ahora, hay 15 vuelos de las low cost Latam y JetSmart que fueron cancelados y alrededor de 3.000 pasaron la noche en el Aeroparque, algunas desde las 15.00 del lunes.
“Dicen que hay que esperar y no tenemos donde estar, si ya se nos acabó el dinero”, expresó una mujer ecuatoriana que esperaba su vuelo a Santiago de Chile.
Tanto JetSmart como Latam emitieron comunicados el lunes a la noche, pero eso no cambió el panorama de quienes aún necesitan viajar.