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Julio De Vido se defendió por la tragedia de Once desde la cárcel y responsabilizó al maquinista

El ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido negó hoy cualquier responsabilidad en la tragedia de Once. Dijo que era “materialmente imposible” que él hubiera podido controlar el estado de los trenes y que estaba siendo sometido a un “linchamiento popular”.

Según él, el culpable de la tragedia fue el maquinista Marcos Córdoba (ya condenado por este caso a tres años y tres meses de prisión). “Omitió aplicar los frenos de la formación y eso provocó el choque fatal”, sostuvo De Vido, que dijo que él no lo había contratado ni había sido quien verificó la idoneidad del maquinista. “No conozco a Marcos Córdoba ni por supuesto sé como frenan los trenes”, afirmó el exministro.

En cuanto al control del estado de las formaciones, dijo que eran otros los “funcionarios responsables” del cuidado del riesgo: los secretarios de Transporte y los responsables de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT). De Vido destacó que él ni siquiera había designado a los secretarios de Transporte, que eran nombrados por decreto presidencial. Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi -secretarios que ejercieron durante su gestión- también fueron condenados en la primera parte de este juicio.

El ex ministro declaró durante una hora, por videoconferencia, desde la cárcel de Marcos Paz, donde está preso por el presunto desvíos de fondos de Río Turbio. Fue su primera declaración en este juicio. Antes, se había negado a declarar, pero esta vez fue él quien pidió hablar.

De campera roja, acompañado por su abogado defensor Maximiliano Rusconi, leyó una defensa de una hora. Por recomendación de sus abogado no aceptó preguntas del tribunal.

“Quiero expresar mi solidaridad con las familias de las víctimas”, empezó su declaración, a las 10.20. En la tragedia de Once 51 personas murieron, una de ellas embarazada, y 789 resultaron heridas.

La audiencia estaba prevista para las 9.30, pero se demoró; primero, por el cambio de sala del juicio; después, por problemas técnicos con la imagen (en Marcos Paz no podían ver lo que sucedía en los tribunales).

El eje central de la defensa de De Vido fue que no era “omnipresente” y no podía saber y controlarlo todo. Que culparlo del fraude cometido por TBA y la falta de controles era “un disparate” y que nunca a un ministro se lo había culpado por algo semejante. “Si se adoptara este criterio sería posible responsabilizar a los ministros por los accidentes de tránsito producidos por el estado de las rutas”, dijo. “O por no haber construido autopistas, cuando un ministro decide destinar los fondos, por ejemplo, para la construcción de un hospital”, afirmó.

Pidió que citen a Lavagna

También se quejó de que a Roberto Lavagna, el exministro de Economía, no hubiera sido citado como acusado y él sí, cuando -alegó- los dos estaban “en la misma posición”.

“Hay un derecho que tenemos todos, víctimas e imputados: es el derecho a la verdad”, dijo De Vido, que cerró su exposición con una cita: “Conocerán la verdad y eso los hará libres, dijo nuestro señor Jesucrito”. En el público había un grupo de unos 25 familiares de víctimas de la tragedia, que habían seguido la audiencia en silencio, hasta esa cita final, cuando, por lo bajo, le respondieron con varios insultos.

El Tribunal Oral Federal 4 anunció que el juicio pasó a un cuarto intermedio hasta después de la feria. El martes 31 de julio empezarán los alegatos de las querellas. De Vido está acusado de los delitos de estado culposo agravado y administración fraudulenta.

Fuente: La Nación