La modelo sufría de una insuficiencia renal aguda producto de una mala praxis en una operación estética realizada por el doctor Aníbal Lotocki en 2011 y aguardaba un trasplante de riñón, que se demoró tras haber contraído una bacteria que derivó en su internación durante dos meses y medio.
“Silvina ya no está más con nosotros”, dijo Flor de la V al aire de Intrusos, el jueves al mediodía. Consternada en llanto, la conductora confirmó la noticia luego de hablar con Fernando Burlando, el abogado de la modelo.
Desde su ingreso al nosocomio, la actriz permaneció sedada y con respirador artificial hasta el jueves 29 junio, cuando experimentó una leve mejoría. Luego su estado de salud estuvo oscilante, entre avances y retrocesos. El último parte médico oficial que emitió el hospital se dio el 17 de agosto y manifestaba una evolución dentro de la gravedad general del cuadro. “Se encuentra respirando por sus propios medios, con rehabilitación kinesiológica, nutricional y psicológica”, decía el escrito. Sin embargo, Burlando se mostró preocupado en la tarde del miércoles. “Silvina está realmente luchando por su vida, por su recuperación. Está siendo una lucha incansable. Y estas cosas hacen que no se sepa qué puede pasar”, dijo.
El fallecimiento de Silvina Luna causó gran impacto entre sus amistades, sus seguidores y la comunidad artística, que desde que se supo la gravedad de su cuadro convocaron a cadenas de oración y llamaron a donar sangre, en una iniciativa movilizó a la opinión pública. Pequeñas muestras de amor originadas en un caso que conmovió a todos, tanto por la juventud de Silvina como por lo injusto de su muerte.
Nunca bajó los brazos a pesar de la adversidad y aún con dolores, se mostraba esperanzada con lo que estaba por venir: “Ya empecé otro camino que me tiene entusiasmada, que es el camino para combatir esta bacteria y el camino al trasplante. Quería contárselos a todos los que están ahí pendientes, a los que me preguntan y a los que me envían oraciones y palabras de cariño. Así que gracias y seguimos ahí, con fuerza. A no bajar los brazos a toda persona que esté en una situación similar”.

Su incondicional hermano Ezequiel, cuatro años menor, dejó Rosario para instalarse en Buenos Aires y estuvo a su lado hasta último momento.
Los problemas de salud comenzaron debido a una intervención estética que se realizó en 2011 a cargo del médico Aníbal Lotocki, quien por ese entonces le inyectó biopolímeros en sus glúteos como parte del tratamiento que terminó produciéndole hipercalcemia y una insuficiencia renal en su organismo. Por ese hecho, el profesional fue condenado por el Tribunal Oral y Correccional N°28 de la Ciudad de Buenos Aires a cuatro años de prisión -y cinco de inhabilitación para ejercer la medicina- por el delito de lesiones graves en una causa que le iniciaron de manera conjunta Silvina, Stefy Xipolitakis, Gabriela Trenchi y Pamela Sosa.
A raíz de esta situación, Luna esperaba un trasplante de riñón y mientras tanto, necesitaba hacerse diálisis tres veces por semana en sesiones de cuatro horas ya que sus riñones dejaron de funcionar. A principios de junio había contado con ilusión que empezaba el camino al trasplante, pero que todo se demorado por haber contraído una bacteria. Ese fue el inicio de una pelea de semanas que le terminó costando la vida.
(Fuente: Infobae)