En pleno festejo por el campeonato del mundo y en el marco de una multitud en el centro de la ciudad, algunas forma de dar rienda suelta a la alegría tuvo matices muy peligrosos. Desde gente que se subía a precarios techos de negocios de la ciudad, no aptos para pisar, hasta lo sucedido en pleno Moreno y San Martín.
Allí una persona intentó subir al semáforo, ayudada por otra, y cuando estaba por logrando se partió la unión de las luces con el caño y el hombre cayó pesadamente al piso golpeando la cabeza. Estuvo inconsciente por varios minutos hasta que lograron hacerlo reaccionar.