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Político de raza: Lisandro de la Torre su lucha por el gobierno de la opinión pública

Por Mariel Suárez Jueza Penal, Experta en Derechos Digitales, Triple Magister Cibercrimen Ciberseguridad y Perito Informática Forense, Profesora invitada en Universidades extranjeras, autora de publicaciones varias.

Nicolás Lisandro de la Torre el hombre detrás del político. Testarudo como pocos, quizás porque era descendiente de vascos, reservado y solitario, no renunciaba a sus  ideas ni a sus ideales.

Había nacido un 6 de diciembre de 1868, a los 20 años se recibió de abogado, más tarde estudió periodismo y,  mientras estaba en la Universidad, comenzó a hacer política en las filas de la UCR.

Participó  de la Revolución de 1893 a pesar de que posteriormente se enroló en contra de las revoluciones armadas.  Fue elegido diputado y senador  y tuvo varios mandatos, siempre promoviendo la pluralidad de identidades políticas.

En su trayectoria política se enfrentó al partido demócrata progresista de Hipólito Yrigoyen, su enemigo eterno, con quién incluso se batió a duelo circunstancia que lo obligó a usar barba toda su vida por las heridas que ello le había provocado en el rostro.

Luchando contra la corrupción de la década infame defendió la independencia del hombre y de la sociedad, y especialmente la del Estado, de toda influencia religiosa o eclesiástica.

Se lo consideraba un liberal reformista, uno de aquellos que fomentaban el progresismo político.

Fomento la ley de cooperativas y expropiación de frigoríficos extranjeros.

En 1932 Inglaterra decide adquirir los productos que antes compraba a la Argentina,  en Canadá, Australia y Nueva Zelanda.

Los sectores ganaderos que exportaban carnes al Reino Unido desconcertados por aquella decisión enviaron a Londres a Julio Roca hijo para tratar de llegar a algún acuerdo.

Finalmente se firmó un tratado con el ministro de Comercio británico, Sir Walter Runciman lo que se conoce como el pacto Roca–Runciman, al que Inglaterra sólo se comprometía a seguir comprando carnes argentinas siempre y cuando su precio fuera menor al de los demás proveedores, por otro lado Argentina había aceptado condiciones que favorecían a los Ingleses, como la liberación de los impuestos que pesaban sobre los productos de estos  y se comprometió a no permitir la instalación de frigoríficos argentinos.

Así se creó el Banco Central de la República Argentina con funciones tan importantes como la emisión monetaria y la regulación de la tasa de interés, en cuyo directorio había una importante presencia de funcionarios ingleses.

De la Torre denunció el acuerdo en el Senado por escandaloso promoviendo el debate y su análisis, denunció por fraude y evasión impositiva al frigorífico Anglo con pruebas que comprometían a los ministros Pinedo, de Economía, y Duhau, ministro de Hacienda, ambos del gobierno de Justo.

Como consecuencia de aquellos debates en el Senado el ex comisario Ramón Valdez Cora, atentó contra la vida del senador y mató a su amigo y compañero de bancada Enzo Bordabehere.

Agobiado y afectado por el asesinato de su amigo y por las persecuciones politicas que padeció, renunció a su banca en enero de 1937.

El 5 de enero de 1939, a los 71 años se quita la vida de un disparo al corazón al igual que Favaloro, dejándole una carta a su empleada doméstica Clotilde Vergara

Muchas calles llevan su nombre y en especial un barrio en la ciudad de Rosario.

En su última carta escribió: “…desearía que mis cenizas fueran arrojadas al viento, me parece una forma excelente de volver a la nada, confundiéndose con todo lo que muere en el Universo”