Por Ivan Leske-– Una cosa son los derechos y otra los privilegios. Nunca vamos a resolver el desastre vehicular que tenemos en Comodoro hasta que comencemos a quitarle privilegios al vehículo particular y comencemos a equilibrar las distintas formas de movilizarnos que podemos, o deberíamos poder, elegir los comodorenses.
Priorizando, protegiendo y jerarquizando a las más vulnerables y sustentables: hablamos básicamente de Caminar, andar en Bici y ser Pasajero en vez de Conductor.
Para que las distintas opciones de movernos sean cada vez más elegibles, va mucho más allá de restringir al auto. Se trata de dar cada vez más opciones lógicas procurando que se trate de alternativas seguras, accesibles y eficientes. La seguridad no tiene por qué ser sinónimo de falta de fluidez, sino más bien lo contrario. De igual manera, la fluidez no está relacionada con circular a altas velocidades, sino, de hecho, todo lo contrario.
Hoy por hoy, vayas a la zona de la ciudad que vayas, lo más probable es que no encuentres mucha diferencia entre ir por una avenida o una calle de barrio. El tema es que las avenidas al menos fueron hechas para recibir una afluencia de vehículos mucho mayor que las otras, por eso uno de los puntos en que necesitamos hacer foco es en el concepto de Pacificación de las Calles, sobre todo las residenciales y las comerciales.
¿Es normal acaso que Av. Tehuelches, altamente caminada, sea un río constante de autos que lleva a que peatones le cedan el paso a conductores? ¿Es normal que la calle Don Bosco en los horarios picosea una alternativa a su paralela av. del Libertador / Ruta 3? ¿Es normal que la calle Colonos Galesessea tan elegida para hacer un trayecto que bien podríamos hacer por av. Canadá? ¿Es normal que las
colectoras de av. Yrigoyen / Ruta 3 sean circuladas a la misma velocidad que la ruta? ¿Es normal que por la puerta de tu casa pasen tantos autos que cuando salís a caminar te sientas en riesgo? Y así, podemos citar ejemplos hasta el cansancio…
Lo cierto es que nada de esto es normal, pero la degradación de nuestro tránsito cotidiano se fue dando de forma tan paulatina que llegó un momento en que lo terminamos naturalizando, acostumbrándonos a situaciones anormales con las que convivimos a diario y que tienen un impacto negativo directo en nuestra vida cotidiana.
Para resolver este enrede urbanístico al que llegó nuestra ciudad, necesitamos dejar atrás viejos preceptos sobre seguridad vial y abrazar fundamentos, basados en evidencias, que las actuales tendencias nos marcan para comenzar a aplicar técnicas de desarrollo urbano que nos permitan descomprimir las zonas que debemos devolverle a las personas y barrer de una vez por todas con aquel viejo arquetipo en que las ciudades eran para el auto particular.
Sí, como leés, las calles NO sondel auto, son de todos los que nos movemos por ellas de la forma que elijamos, entre los cuales el auto particular debe ser el que menos privilegios tenga. Esto último no es opinión, es lo que la evidencia y las tendencias del mundo nos indican. Vamos, que Comodoro no es la única ciudad que tiene múltiples horas pico y es una fiesta de riesgos en cada esquina, pero sí es de esas que aún siguen aplicando conceptos arcaicos en la búsqueda por pacificar y ordenar las calles y que no dan resultados serios. A tal punto que uno se pregunta si haypersonas siquiera idóneas que asesoren a los equipos municipales en este tipo de materias, es
tiempo que dejemos de ver la cosa vial como obra, control y sanción solamente.
Ejemplos de mala praxis urbanística en nuestra ciudad sobran…
– rotondas mal diseñadas que aumentan el riesgo
– totem persuasor mal colocado en av. Ducos
– guardarrails sin mantenimiento que aumentan el riesgo en lugar de disminuirlo
– cartelería antirreglamentaria y sin mantenimiento
– reductores de velocidad diseñados de forma torpe que además en ocasiones son invisibles …etcétera, etc. etc.
Es realmente frustrante encontrar a diario tantas irregularidades que pueden corregirse, en algunos casos, con más inventiva que inversión y que dejan en evidencia que hay una seria falta de idoneidad en esta área.
Es frustrante que algo que necesita toda nuestra atención, sea generalmente gestionado de forma ineficiente.
Espero, y sugiero, que los tomadores de decisiones hagan lo que se debe hacer, para que comencemos a marcar una verdadera diferencia en este sentido.-