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Murió Tayda, la hija del músico David Lebón

La noticia la confirmó Franco Torchia. La joven artista trans vivía en Nueva York. Aún se desconocen las causas de su muerte

Tayda Lebón murió este jueves en Nueva York, ciudad donde residía. Su madre, Liliana Lagarde, publicó una foto de ambas en su cuenta de Facebook y la noticia comenzó a circular en las redes a partir de un posteo del periodista Franco Torchia. Era la primera hija de David Lebón, el músico de rock reconocido por su participación en Serú Girán, Pescado Rabioso y Pappo’s Blues.

“En Nueva York, donde vivía hace muchos años, murió Tayda Lebón, artista a toda hora, inteligente a todo volumen y artífice de su supervivencia. Hija de David Lebón. Hace meses venía pidiendo ayuda. Aún sin más detalles. Mucha tristeza.”, dice el tuit que publicó Torchia.

Tayda Lebón fue la primera hija de David Lebón y Lili Lagarde. Como su padre, también hacía música y además era tatuadora.

Al enterarse de su muerte, el periodista de espectáculos y productor de música Camilo García subió una historia a su cuenta de Instagram que dice: “Hasta siempre, querida Tayda”.

También la recordó en sus redes el peluquero del rock Oscar Roho Fernández, que publicó en su cuenta de Instagram: “¡Tayda, hubiese preferido no despertar hoy! Que este sea el viaje más placentero de amor y paz, iluminanos desde donde quieras que hayas decidido ir. Te quiero amigo. R.I.P.”

Tayda, que nació en una familia de artistas, aparece en fotos internas de La grasa de las capitales (de Serú Girán, de 1979), en la foto de tapa del disco de David Siempre estaré (1983) y grabó voces en la canción “Un día que no fue” (del disco Si de algo sirve que su padre lanzó en 1985). Por parte de Lebón, de 69 años, tuvo como hermanos a Niklas Andersson Peselj, Panchi, Nayla y Hannah.

En entrevistas que dio a otros medios siempre elogió a su padre: “Mi papá es una persona que siempre me ha apoyado. Las cosas que yo recibí de mi papá son las cosas que un hijo o una hija pueden recibir: el soporte, el apoyo, el respeto por las cosas que él no comprende, pero acepta. Y con el tiempo termina comprendiendo.