El segundo partido de esta ventana de Eliminatorias tendrá lugar ante Perú, en el estadio Nacional, de Lima, el martes 17 de octubre a partir de las 23, de Argentina (las 21 locales).
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Lo concreto es que para esta convocatoria no va a estar presente Ángel Correa, quien sufrió un esguince del ligamento colateral medial de la rodilla izquierda en el derbi madrileño que su equipo, Atlético, le ganó por 3 a 1 al Real.
La lesión se la provocó el volante de Real Madrid, el inglés Jude Bellingham, el domingo pasado, y se conoció el grado de importancia a través del siguiente parte médico elevado por Atlético de Madrid: “Ángel Correa sufre un esguince grado 1 del ligamento colateral medial de la rodilla. Nuestro delantero realizará trabajo individualizado en la sesión de este martes y queda pendiente de evolución”.
En cuanto al capitán, Lionel Messi, que pidió el cambio a dos minutos del final del primer cotejo de Eliminatorias que Argentina le ganó como local a Ecuador con un gol suyo de tiro libre y no volvió a jugar desde entonces, ya que viajó a Bolivia para el 3-0 sobre los de Gustavo Costas pero no estuvo ni entre los suplentes, y lo mismo ocurrió en los dos juegos posteriores con su nuevo equipo, Inter Miami, en la MLS, obviamente estará.
Sin embargo y más allá de si este miércoles será partícipe de la final de la US Open frente a Houston Dynamo, lo concreto es que Messi no faltará frente a Paraguay, aunque “a priori” otra vez estará instalada la duda respecto del posterior compromiso en Perú.
Es que en noviembre habrá una doble jornada que quizá sea la más exigente de estas Eliminatorias, ya que Argentina recibirá primero al Uruguay de Marcelo Bielsa y posteriormente visitará a Brasil en Cuiabá.
Por una cuestión cuasi estratégica, desde que arrancaron estas Eliminatorias Sudamericanas tanto esa convocatoria previa como la nómina definitiva, no se hacen públicas, y esa nueva costumbre está alcanzando a los 10 seleccionados de la región. Pero para el caso de Argentina en particular, después de la Copa del Mundo de Qatar, que haya alguna sorpresa en la convocatoria, sería justamente una verdadera inhabitualidad.
