Alumnas de las escuelas superiores en varias ciudades de Irán se quitaron el velo en público en protesta por la muerte de Mahsa Amini, la joven de 22 años que murió el 6 de septiembre en Teherán luego de haber sido arrestada por la policía moral por no usar correctamente el hijab. La cifra de muertos a manos de las fuerzas policiales asciende a 154.
Videos publicados por la prensa iraní muestran a decenas de alumnas sin velo bloquear una calle en Shiraz al grito de “Muerte al dictador”, en referencia al guía supremo, Ali Jamenei.
Otras manifestaciones de alumnas que desafiaron la ley quitándose el velo obligatorio en público desde la revolución islámica de 1979 se produjeron entre ayer y hoy en Saqez, Sanandaj y Karaj, y en la capital, Teherán.
Desde el deceso de la joven, una enorme ola de protestas se desató en todo el país, en las que decenas de personas, principalmente manifestantes pero también policías, murieron y centenares resultaron heridas y arrestadas.
El número de muertos aumentó de 92 a 154, según el último balance publicado hoy por la organización de Derechos Humanos Iran Human Rights (IHR).
A esta cifra, en la que se incluyen al menos nueve menores, habría que sumar las más de 63 víctimas de las protestas del pasado viernes en Zahedán.
“La muerte de manifestantes en Irán, en particular en Zahedán, son crímenes contra la Humanidad. La comunidad internacional tiene el deber de investigar estos crímenes y evitar quue se sigan cometiendo”, subrayó el director de IHR, Mahmud Amiri-Moghaddam.
Mientras tanto, el Gobierno de Irán denunció “la hipocresía” del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y le sugirió “analizar el historial” de su país en materia de derechos humanos antes de criticar la de la república islámica.
“El mundo ha presenciado, en Palestina, Afganistán, Irak, Yemen e incluso en Estados Unidos, el verdadero significado de los derechos humanos para ese país”, dijo el vocero de la Cancillería iraní, Naser Kanani, en un mensaje en su cuenta de Twitter.
