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Diferencias en gestión migratoria amenazan al Gobierno de Merkel

En medio de tensas disputas con su socio de Gobierno y ministro del Interior, Horst Seehofer, por la nueva política de asilo, la canciller Angela Merkel dio hoy un paso hacia la conciliación al aceptar devolver en la frontera a los refugiados rechazados ya previamente si intentan de nuevo entrar en Alemania.

Las personas cuyas solicitudes de asilo en Alemania hayan sido ya rechazadas deberán ser devueltas inmediatamente si intentan entrar de nuevo en el país, informó la Unión Cristianademócrata (CDU) de Merkel tras una reunión de la cúpula.

Sin embargo, la Unión Cristianosocial (CSU) liderada por Seehofer reclama también que sean devueltos todos aquellos refugiados que se hayan registrado ya en algún otro país de la Unión Europea y aquellos que no tengan documentos válidos. Esta reclamación está en línea con lo establecido en la Convención de Dublín, que señala que cada Estado se responsabiliza de los inmigrantes que pisan por primera vez Europa en su país.

En el caso de no alcanzar un acuerdo en política migratoria, Seehofer estaría dispuesto a hacer valer su poder ministerial y actuar de manera unilateral como titular de la cartera de Interior, según pudo saber dpa de fuentes cercanas a la CSU.

Las tensiones salieron a la luz después de que la semana pasada se retrasara la presentación de una nueva política de asilo capitaneada por Seehofer debido principalmente a que la mandataria se muestra reacia a que se lleven a cabo expulsiones de peticionarios de asilo en la frontera alemana. El miércoles por la tarde se reunieron los líderes de la CDU y la CSU en un intento por lograr un acuerdo. Sin embargo, el encuentro se cerró sin resultados.

Merkel solicitó hoy a los diputados de la CDU apoyo a su política de asilo. Según informaciones de dpa, en una reunión extraordinaria la líder conservadora pidió confianza a los participantes hasta la cumbre de la Unión Europea (UE) que se celebrará el 28 y 29 de junio en Bruselas y donde se debatirá sobre una nueva política comunitaria migratoria. La mandataria alemana ha abogado en todo momento por una solución europea, mientras desde la CSU apuestan por actuar ya sin esperar a la UE.

La tensión entre la mandataria y su aliado bávaro viene de lejos. Seehofer se convirtió en el principal crítico de la decisión de Merkel de permitir en 2015 el ingreso incontrolado en Alemania de refugiados de Cercano y Medio Oriente y de África. Ese año llegaron a a Alemania cerca de 900.000 solicitantes de asilo.

De forma insistente, en su condición entonces de dirigente de la región a la que llegaron la mayoría de refugiados, Seehofer no dudó en censurar la gestión de Merkel en público de una manera humillante, incluso sin importarle que la canciller estuviera presente.