Berlín, 24 feb (dpa) – La canciller alemana, Angela Merkel, está en contra de reducir las restricciones impuestas a causa de la pandemia de coronavirus para las personas vacunadas, según declaraciones publicadas hoy por el diario “Frankfurter Allgemeine Zeitung”.
“Mientras la cifra de vacunados aún sea más pequeña que la de aquellos que esperan la vacuna, el Estado no debería tratar a ambos grupos de manera diferente”, dijo Merkel.
Sin embargo, aclaró que en lo que respecta a los lugares en los que rigen medidas por parte de empresas privadas, el Estado puede determinar “muy poco”.
Por su parte, el ministro de Salud de Alemania, Jens Spahn, anunció en el Bundestag un comprobante digital de vacunación que se sumará a la cartilla de vacunación amarilla que ya se usa en Alemania. Agregó que este tipo de comprobante estaba planificado para 2022, pero que ahora se desarrollará antes.
Spahn descartó pronunciarse acerca de la posible flexibilización de las medidas para las personas ya vacunadas, aunque declaró que es un debate que debe darse en el Parlamento alemán.
Lo que sí desechó es la posibilidad de que el Estado vaya a tratar de diferente manera a vacunados y no vacunados en hospitales u otros ámbitos sanitarios públicos.
Por su parte, Merkel insistió en la necesidad de esclarecer de manera inequívoca que las personas vacunadas no contagian. La canciller también dejó en claro que el trato para con vacunados y no vacunados puede cambiar.
“Cuando hayamos hecho una oferta de vacunación a suficientes personas y algunas no se quieran vacunar de ninguna manera, habrá que evaluar si en determinados ámbitos puede haber acceso solo para vacunados”, señaló.
Merkel misma se vacunará recién cuando le toque el turno según la lista de prioridades recomendada por la comisión de vacunación. Subrayó que a ella, a diferencia de personas de otras profesiones, le es posible mantener el distanciamiento social.
“Una cuidadora en una guardería o un maestro de escuela primaria no pueden hacerlo”, comentó.
