Graves consecuencias en la Comarca Andina por los fuertes vientos

Las ráfagas alcanzaron los 108 km/h, provocando entre otras cosas, que gran parte de las localidades se encuentren actualmente sin suministro eléctrico.
Share on facebook
Share on twitter
Share on whatsapp
Share on telegram
Share on linkedin

Un temporal de viento azotó a Esquel y la zona entre las últimas horas del domingo y la madrugada de ayer. El fenómeno causó preocupación por su violencia, con ráfagas constantes, que según informaron desde el Servicio Meteorológico del aeropuerto local, alcanzaron los 108 kilómetros por hora.

Los antecedentes de vendavales tan fuertes llevan a abril del 2011, cuando un viento con ráfagas que promediaban los 115 kilómetros horarios, tumbó a La Trochita en una curva cuando se dirigía con turistas a Nahuelpán. El otro dato es del 1º de febrero del 2020, con la diferencia que se trató de una franja de viento huracanado a más de 100 kilómetros, que dañó sectores de la ciudad, con voladura de algunos techos, derribó árboles, y tiró a la calle el techo del museo del Viejo Expreso Patagónico, en la estación.

Había anuncios de un evento climático. Pero nadie esperaba que se diera con tanta fuerza y cuantiosos daños. Alrededor de las 23 en las redes sociales comenzaron a informar vecinos de distintos barrios que se había cortado el suministro eléctrico, incluido el centro. Otros relataban que sentían ruidos de chapas y tirantes que volaban de techos, y caían árboles. La velocidad del viento crecía y parecía que las ráfagas arrasaban con todo. Así de tremendo fue hasta la madrugada, cuando la violencia del fenómeno empezó a bajar.

La ciudad amaneció con varios sectores sin electricidad, y el servicio se restableció paulatinamente, a medida que la Cooperativa 16 de Octubre fue levantando líneas y postes caídos, tanto en el casco urbano como en el área rural. Por ejemplo, los vecinos de Valle Chico y chacras aledañas, recuperaron el suministro al mediodía.

Sobre calles, avenidas y veredas quedaron numerosos árboles derribados, como también volaron carteles, y en algunas viviendas las ráfagas arrancaron gran parte de los techos, como le sucedió a una familia de barrio Badén, que quedó con medio techo y las chapas muy retorcidas.

Los bomberos desde la noche del domingo y hasta ayer pasado el mediodía llevaban más de 30 salidas para auxiliar a vecinos con problemas con los techos de sus casas, o por la caída de árboles y ramas. Una mujer de barrio Cañadón de Bórquez contó que en la parte alta donde hay una toma de terrenos, el viento habría causado muchos daños. La Municipalidad retiró ramas y árboles de la vía pública.