Según informaron fuentes oficiales, el Presidente mantuvo una “larga charla” con Georgieva, en la que hablaron sobre la situación del FMI y sobre el hecho de que el staff del organismo “muchas veces termina haciendo cosas que no son las que pide la política ni de Estados Unidos ni del resto del mundo”.
En la conversación, la jefa del FMI se comprometió una vez más a solucionar esta situación y además precisó que en noviembre el organismo va a tratar el tema de los sobrecargos, un pedido que viene reclamando el mandatario argentino.
Fernández había dialogado hace un mes por teléfono con Georgieva, en momentos en que el ministro de Economía Sergio Massa mantenía en Washington una negociación con el FMI que finalmente terminó aprobando un desembolso de 7.500 millones de dólares para la Argentina (5.500 millones de DEG).
En el encuentro de ayer, Fernández volvió a quejarse de las trabas que puso el staff del FMI durante el desarrollo de esas últimas negociaciones, según revelaron fuentes oficiales.
“No aprenden más”, le dijo Alberto Fernández a Georgieva, quien comparte los planteos del mandatario argentino.
La titular del FMI entiende que si Argentina no hubiera atravesado la peor sequía en 100 años “hubiera cumplido con las pautas” establecidas por el organismo.
En su diálogo, la jefa del organismo de crédito internacional le dijo a Fernández que “seguirá ayudando” a la Argentina y se comprometió enfáticamente, no sólo a tratar el tema de los sobrecargos, sino a eliminarlos definitivamente.
“Voy a cumplir y ese va a ser un éxito suyo”, agregó la titular del FMI.
Es que en reiterados foros internacionales, desde el inicio de su mandato hace cuatro años, Fernández viene planteando que los sobrecargos que aplica el FMI a los países deudores son “insostenibles” y que hasta el momento el organismo “no encontró las voluntades para revisar su política” en ese sentido.
Pese a la sintonía en la charla informal, cuando a Fernández le tocó pronunciar su primer discurso en la sesión plenaria del G-20 no dudó en volver a cuestionar el funcionamiento del FMI.
Tras mencionar que la Argentina sufrió la “peor sequía de los últimos cien años”, el mandatario dijo -ante sus pares del G-20- que además el país sufrió “una caída de las exportaciones equivalentes a tres puntos de nuestro PBI”, con lo cual “el cambio climático alteró todos nuestros planes”.
“El FMI, del que somos deudores, se aferró a sus dogmas y se mostró incapaz de innovar con nuevas soluciones para enfrentar la catástrofe”, cuestionó el Presidente en su mensaje, al hablar en cuarto lugar tras sus pares de India, Indonesia y Brasil.
Para Fernández, “este tipo de desastres se observan hoy en todo el mundo”, consideró que “declamar la crisis no acabará resolviéndola” y reclamó “una y otra vez la necesidad de financiar la solución climática”.
Tras la primera sesión plenaria y cuando se dirigían al almuerzo, Georgieva volvió a buscar al presidente argentino para insistirle. “Confíe en mi”.