El presidente de la Cámara de Servicios Petroleros de la Cuenca del Golfo San Jorge, Ezequiel Cufré, explicó por FM del Mar la situación por la que atraviesan las empresas petroleras “es un momento de incertidumbre porque todavía no sabemos cómo se va a establilizar las relaciones del día a día, desde el repuesto o insumo que uno necesita comprar, algunos no lo proveen o lo hacen con precio abierto a definir, cuando haya un horizonte, salvo que se compre el mismo día”.
Indicó que hay algunos insumos que se pueden comprar a 30 días, 15 días y 7 días, “así se venia trabajando y hoy quedan con precio abierto hasta que se puedan facturar porque en su gran mayoría están directamente vinculados al dolar”. Las consecuencias del panorama económico indicó Cufré que tiene como problema más complejo “es la dificultad del acceso al financiamiento “si uno quiere realizar una inversión para ser más competitivo, o cualquier refinanciación de una deuda, las tasas de interés a la cuales se refinancia asume un costo mayor para poder cumplir con ese compromiso”.
En cuanto a la cadena de pagos para las empresas se volvió tensa “tengamos en cuenta que estamos en las primeras 72 horas de esta brusca devaluación, todavía no hay nada definido, todos estamos imaginando los escenarios posibles que nos vamos a encontrar”.
En cuanto a la situación de las empresas de servicios vinculadas a la industria petrolera, observa sobre las políticas que se aplicará en función de las medidas como el congelamiento de precios es que “lo que produjo esta devaluación rápida y la decisión de congelar los combustibles es que la industria automáticamente pasó a tener un precio de referencia a 60 dólares, y así el congelamiento hace funcionar a la industria con un barril por debajo de un 20%, seria a 45 dólares, es decir que la comunicación de la medida es que se está funcionando a 45 dólares”.
Sin embargo, remarcó que debería haber “una mesa que se discuta el precio como en aquellos momentos donde existía el barril criollo, que establecía las reglas de cómo va a funcionar: para el que refina cómo va a comprar y cómo se va a vender la nafta en surtidor. Hoy esa mesa no existe, aseguró.
Por otra parte mencionó que el mayor riesgo es para las inversiones “en nuestra cuenca todos sabemos que la producción está directamente ligada con la inversión, a la cantidad de equipos en marcha y si se baja, en 6 meses vamos a ver una caída, deberíamos intentar sostener ésta actividad”. Consideró que en un momento incipiente “se va a abrir un disputa entre nuestra cuenca y vaca muerta, que produce un barril liviano y buscara abastecer las refinerías, debemos ser inteligentes para aprovechar”.
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