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Finaliza la temporada de estudios del Programa Ballena Franca Austral

El equipo de investigación del Instituto de Conservación de Ballenas (ICB) y Ocean Alliance, sobrevolaron las costas de Península Valdés y fotografiaron un total de 607 individuos incluyendo 214 crías en los Golfos Nuevo y San José.

Los vuelos tripulados han sido una herramienta fundamental durante cinco décadas para estudiar la dinámica de esta población de ballenas. Sin embargo, las nuevas tecnologías hacen posible buscar alternativas para reducir costos y en especial, para eliminar el riesgo de las personas durante los vuelos “por eso a fines de septiembre, realizamos una prueba piloto utilizando un drone desde nuestro bote de investigación para obtener imágenes identificatorias”explicaron los investigadores.

Durante 5 horas se recorrió el área entre Bahía Fracaso y Punta Conos en el Golfo San José y se registró 74 ballenas, de las cuales se fotografió 50 individuos desde el droneSi bien fue una primera prueba, se espera en un corto plazo poder utilizarlo para mejorar la calidad de las fotografías e incorporar más animales identificados en su año de nacimiento (ballenatos).

El equipo encargado de realizar esta prueba piloto estuvo integrado por Mariano Sironi, Raquel Soley y Marcos Ricciardi. Las imágenes obtenidas fueron de altísima calidad y serán incorporadas al catálogo por el equipo liderado por Vicky Rowntree, Florencia Vilches, Carina Marón y un equipo de asistentes. Esta información es utilizada para estudiar la dinámica de la población, saber cuántos animales hay y si hay cambios en la tasa de crecimiento.

Conociendo el estado de salud de las ballenas en Península Valdés

Como cada temporada desde el año 2003, un equipo liderado por el Médico Veterinario Matías Di Martino, realiza necropsias o estudios post-mortem de las ballenas francas que mueren y llegan a las costas de Península Valdés. En ésta temporada analizaron 10 ballenatos muertos en el Golfo Nuevo, 1 juvenil y 4 hembras adultas en el Golfo San José. Si bien la cifra total es relativamente baja comparada con las de años anteriores para estas fechas, la aparición de 4 hembras adultas muertas en el término de pocos días es una situación atípica que no se daba desde 2005. Los motivos se desconocen aún.

Las muestras de tejidos y órganos recolectadas serán analizadas en laboratorios especializados. El Programa continúa activo hasta diciembre, cuando las últimas ballenas dejan el área.Un problema sanitario importante que enfrentan las ballenas en Península Valdés son los ataques de las gaviotas cocineras, que se alimentan de su piel y grasa. Por eso se continúa monitoreando la frecuencia de este comportamiento en ambos golfos.

Utilizando telescopios y binoculares, los investigadores realizaron decenas de seguimientos visuales de las madres y sus crías, registrando cada instancia en la que las gaviotas se alimentan sobre las ballenas y los cambios de comportamiento.

Fuente: Instituto de Conservación de Ballenas