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Los congresales viajaron en carretas, otros a caballos y mulas

Conocé las curiosidades del dia de la declaración de nuestra independencia.

El martes 9 de julio de 1816 no llovía como en aquel 25 de mayo de hacía seis años. El día estaba muy soleado y a eso de las dos de la tarde los diputados del Congreso empezaron a sesionar. A pedido del diputado por Jujuy, Sánchez de Bustamente, se trató el «proyecto de deliberación sobre la libertad e independencia del país». Y la verdad es que no hubo discusión. Todos estuvieron de acuerdo en declarar la independencia. Ese día no hubo fiestas, pero todos se prepararon para los festejos del día siguiente.

Traslado, alojamiento y pensión

La mayoría de los congresales viajó en carretas, otros a caballos y mulas. Llamó la atención en Tucumán la llegada del general Belgrano en carruaje a principios de julio. El viaje desde Buenos Aires llevaba entre 20 y 25 días en galera o carreta. El estado de los caminos era paupérrimo y las condiciones eran extremas riesgosas para la salud o por el peligro de ataques de indios o de bandidos. Muchos de los congresales hicieron testamento antes de partir rumbo a Tucumán.

Obviamente, no había hoteles, sí alojamientos para viajeros pero no lo suficiente para hospedar a todos; los canónigos lo hicieron en Conventos, fray Justo Santa María de Oro en Lules con los jesuitas y fray Cayetano Rodríguez en casa del Obispo, el resto de los diputados se alojó en casas de familia y eventualmente en la Casa Histórica que contaba con algunos aposentos.

Se servía en las mesas carne asada, guisada, charqui y locro. El arroz era algo exótico, importado del oriente. El grano de maíz era demandado, también se consumía carne de paloma y perdices. El locro, la humita, la mazamorra y los pasteles de choclo eran clásicos de la gastronomía tucumana. Los dulces y mermeladas eran caseros, sobre todo con naranja y lima. Se consumía gran cantidad de tubérculos, hortalizas y frutas. Se bebía café, chocolate y mate. Para endulzar comidas y bebidas se empleaba miel de abeja y de caña y azúcar cuya industria era incipiente para 1816.

El 9 de Julio en números

29 diputados que firmaron el Acta:

(18 abogados y 11 clérigos) Representaban a Buenos Aires (7); Charcas y Córdoba (3); San Juan, Salta, Mendoza, Catamarca, Tucumán y Santiago del Estero (2) y a Jujuy, La Rioja, Chichas (Potosí) y Mizque (1).

El más joven: Tomás Godoy Cruz, por Mendoza, nacido en 1791. 25 años.

El más veterano: Pedro Ignacio de Rivera por Mizque, nacido en 1753. 63 años.

El primer congresal en morir: José Darragueira en 1817 a los 47 años.

El último: José Eusebio Colombres en 1859 de 81 años de edad.

Sueldo: $100 por mes. ($6 mensuales recibía como salario un peón de maestranza).

De los 250 días hábiles – entre el 24/3/1816 y el 4/2/1817, cuando se trasladó a Buenos Aires – el Congreso sesionó por lo menos en 239 ocasiones. (G. Furlong). 60 de estas sesiones fueron secretas.

La difusión

El resto del país recibió la noticia mediante copias del Acta que se enviaron a través de chasquis. El Congreso imprimió 3 mil ejemplares, de los cuales la mitad estaban escritas en castellano, mil en quechua y 500 en aymará. A Buenos Aires la noticia llegó el día 16, se hizo bando público anunciando “otra dominación que la nuestra propia”. Se hicieron tres salvas de artillería y repique general de campanas a las 7 a.m., otra a las 12 y la tercera a las oraciones. Luego, 10 días consecutivos de iluminación general en la ciudad con música en las calles, vivas y aclamaciones de alegría, con las tropas disparando salvas de cañones y fusiles en señal de regocijo.

Cuando llegó la noticia de la Declaración de la Independencia a Mendoza se organizó un gran festejo con una corrida de toros en la que actuaron soldados destacados de San Martín, quien era aficionado a los toros.

La celebración en Tucumán

El 10 de julio se organizó un baile en la misma casa de la Declaración de la Independencia y se coronó Reina a Lucía Aráoz (Reina de la celebración aclaremos), una niña de 9/10 años, a quien durante toda su vida la llamarían como “la novia de la Patria” o “la rubia de la Patria”.