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Día de las Infancias: Un domingo para recordar, reflexionar y compartir con amor

El Día de las Infancias es ideal para mimar a los más chicos de la familia, hacerles un regalo o simplemente disfrutar con ellos. Pero también es un día que nos permite reflexionar.

Como cada tercer domingo de agosto, los niños de todo el país celebran su día. El Día de las Infancias, como se lo denomina en Argentina, este año tiene lugar un 21 de agosto.

El festejo de esta fecha se lleva adelante desde 1956, a partir de la recomendación de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para que cada nación destinara un día a promover el bienestar de niñas y niños con actividades recreativas.

Desde el 2020, la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia a cargo de Gabriel Lerner promovió una nueva denominación para la celebración, que pasó a llamarse Día de las Infancias en nuestro país cuyo objetivo es la inclusión.

Según el Ministerio de Desarrollo Social, esta modificación “reconoce desde las políticas públicas a la diversidad de las infancias en nuestro país, atravesadas por cuestiones de géneros, discapacidad, lingüísticas, regionales, entre otras; y desde una perspectiva de derechos humanos. Decir niño no alcanza para representar las experiencias heterogéneas y múltiples de la niñez“.

El Día de las Infancias es ideal para mimar a los más chicos de la familia, hacerles un regalo o disfrutar con ellos el día al aire libre. Pero también es un día que nos permite reflexionar.

Las formas en las que las familias deciden celebrar este día son diversas. También algo que varió con el paso del tiempo fueron los juegos que los niños practican a diario.

La familia siempre es un lugar de acogimiento, de compañía y de amor. Así es como cada tercer domingo de agosto nos rodeamos de nuestros más cercanos para poder celebrarlo.

Lucia, una joven comodorense, relató a Radio del Mar sus recuerdos de celebración de este día: “Cuando era más chica, siempre nos juntabamos con toda la familia en una mesa larga, en donde compartíamos charlas, juegos y una rica comida”.

Hoy muchas de esas personas con las que compartíamos la mesa ya no están, pero se continúa celebrando desde otro lugar. Hoy se agasaja a los sobrinos. Siempre hay niños a nuestro alrededor”, expresó.

Y entre sus recuerdos, se presentaban esas tardes de chocolate con su abuela, sus amigos del barrio con los que salía a jugar cada tarde, las muñecas, las barbies. Si bien los juguetes que ella destacó se siguen utilizando, los niños hoy están más inmersos en lo que son las tecnologías. Muchos de los juegos que antes se solían jugar, hoy ya no se los escucha nombrar. Como el tiki-taka, el elástico, la mancha, el juego de la silla, el yoyo, entre otros.

Todos llevamos nuestro niño interior que debemos escuchar para vivir con más plenitud y alegría la vida, creando grandes momentos en familia y amigos. Nunca dejemos de soñar en grande ni divertinos como niños”, finalizó Lucía conmocionada tras pensar en aquellos momentos.